2009

SOBRE LA PRIMERA TRADUCCIÓN DE EDGAR ALLAN POE AL CASTELLANO
Juan Gabriel López Guix

Departamento de Traducción
Universidad Autónoma de Barcelona

 

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Suele considerarse que la primera traducción de Edgar Allan Poe en el ámbito hispánico es el cuento «La semana de los tres domingos», publicado en el periódico madrileño El Museo Universal el 15 de febrero 1857. Esta identificación, que se basa en la labor del hispanista estadounidense John E. Englekirk, debe matizarse y complementarse. Según escribió Englekirk en 1934:

A little more than a decade after the notoriety given Poe's name in France through the famous lawsuit that followed the almost simultaneous publication of the adapted version of "The Murders in the Rue Morgue" by the Parisian newspapers La Quotidienne and Le Commerce, Poe put in a far less spectacular appearance in the Iberian Peninsula. Under circumstances somewhat analogous to the above well-known incident, he was quietly and anonymously presented to the Spanish public by El Museo Universal on the 15th of February, 1857, in a specially-revised version of his tale "Three Sundays in a Week." Entitled "La semana de los tres domingos," its American origin is somewhat concealed through the substitution of Spanish names for the various characters.(1)

Poco más de una década tras la fama obtenida por Poe en Francia gracias al famoso juicio que siguió a la publicación casi simultánea de una versión adaptada de «The Murders of the Rue Morgue» por parte de los periódicos parisinos La Quotidienne y Le Commerce, Poe hizo una aparición mucho menos espectacular en la Península Ibérica. En circunstancias en parte análogas a las de ese conocido incidente, el 15 de febrero de 1857 fue presentado de forma silenciosa y anónima al público español por El Museo Universal en una versión especialmente adaptada de su cuento «Three Sundays in a Week». Titulada «La semana de los tres domingos», su origen estadounidense queda un tanto oculto por la utilización de nombres españoles para los diferentes personajes.

Englekirk citaba a continuación a otro hispanista estadounidense, John Langley Ferguson, quien en 1916 había añadido un importante detalle que se repetirá en los estudios posteriores. Quizá valga la pena reproducir de un modo un poco más extenso las palabras de Ferguson (la cita de Englekirk sólo incluye las frases «With these exceptions... in any case»):

To Baudelaire Poe probably owes the respect that has been paid him in Spain, as he certainly owes his popularity. He does not, however, owe to the Frenchman his first appearance in the Spanish press, an appearance strangely like his first introduction to the Parisian public, though simultaneous theft of the same story by two periodicals was too extraordinary a coincidence to be repeated, and the Spanish case therefore failed to attain publicity. Poe's debut was made anonymously.

It occurred in the second number (15 February, 1857) of El Museo Universal, the predecessor of the present Ilustracion española y americana. In that number the magazine printed a story called La semana de los tres domingos, which proves on examination to be Poe's Three Sundays in a Week removed to a Spanish setting. Rumgudgeon has become Raimundo, Captain Pratt is Capitán Martínez, Captain Smitherton is Capitán Carvajal, and all references to Dr. Dubble L. Dee are deleted. With these exceptions it follows the original word for word, even to the fantastic series of vowels by which Poe sought humorously to represent excessive forced laughter. Since the tale is not included in Baudelaire's version it must have been translated directly from the English, as indeed the closeness of the rendering would prove in any case. Perhaps the most remarkable thing about the affair is that anyone should have thought the tale worth stealing.(2)


Es probable que Poe deba a Baudelaire la consideración de que goza en España, puesto que le debe sin duda su popularidad. Sin embargo, no le debe al francés su primera aparición en la prensa española, una aparición extrañamente similar a la de su presentación ante el público parisino, aunque, como el robo simultáneo de la misma historia por parte de dos publicaciones constituye una coincidencia demasiado extraordinaria para que pudiera repetirse, el caso español pasó inadvertido. El debut de Poe se realizó de forma anónima.

Ocurrió en el segundo número (15 de febrero de 1857) de El Museo Universal, precedente de la actual Ilustración española y americana. En ese número, la revista publicó una historia llamada «La semana de los tres domingos» que, una vez examinada, resulta ser el cuento «Three Sundays in a Week» de Poe trasladado a un contexto español. Rumgudgeon se convierte en Raimundo, el Captain Pratt es el capitán Martínez, el Captain Smitherton es el capitán Carvajal, y se eliminan todas las referencias al doctor Dubble L. Dee. Dejando de lado esas excepciones, sigue el original palabra por palabra, incluso en la fantástica serie de vocales por medio de las cuales Poe intentó representar de modo humorístico una risa del todo forzada. Dado que el cuento no está incluido en la versión de Baudelaire debió de traducirse directamente del inglés, hecho que en todo caso queda demostrado por lo ajustado de la traslación. Quizá lo más destacable del asunto es que alguien haya considerado el cuento digno de ser robado.

Podemos dejar de lado el juicio final de Ferguson. Julio Verne consideró el cuento digno de atención y lo comentó, entre otros relatos, en su ensayo sobre Poe aparecido en Le Musée des familles en 1864.(3) Puede decirse que el cuento de Poe constituye un precedente —y quizá la fuente de inspiración— de un detalle fundamental en la trama de La vuelta al mundo en ochenta días (1872). En cualquier caso, interesa destacar aquí que la herencia de Englekirk y de Ferguson tiene también una vida longeva en el ámbito anglosajón. La profesora Lois D. Vines, en un artículo contenido en A Companion to Poe Studies (1996), relata lo siguiente:

[Englekirk] recounts Poe's debut in Spain as rather puzzling. A revised version of "Three Sundays in a Week" appeared anonymously in a Madrid publication in February 1857, apparently translated directly from English, since this story was not included in Baudelaire's 1856 collection, and the Spanish translation follows the original almost word for word.(4)

[Englekirk] describe como un poco desconcertante el debut de Poe en España. Una versión adaptada de «Three Sundays in a Week» apareció de forma anónima en una publicación madrileña en febrero de 1857, al parecer en traducción directa del inglés, puesto que el cuento no estaba incluido en la recopilación realizada por Baudelaire en 1856 y la traducción castellana sigue el original casi palabra por palabra.

A juzgar por todo lo anterior, el asunto de la primera traducción española de Poe es un caso cerrado hace más de noventa años, sin que se haya considerado oportuno dar mayor importancia al hecho discordante señalado por todos los investigadores. En efecto, todos mencionan el hecho de que Poe, cuya introducción en la cultura hispánica se llevó a cabo abrumadoramente -y durante varias décadas- a través de las traducciones francesas de Charles Baudelaire, hiciera su primera aparición de forma anómala a partir de una versión directa del inglés. Sin embargo, dicha conclusión nació, como se acaba de ver, de una conjetura de Ferguson («apparently translated from English, since this story was not included in Baudelaire's 1856 collection»). El argumento sería imbatible si no existieran traducciones de Poe al francés anteriores a la publicación de las Histoires extraordinaires. De no ser así, corre el riesgo de convertirse en un ejemplo de generalización indebida, una conclusión equivocada a partir de pruebas insuficientes. Y sabemos que Baudelaire no fue el único traductor al francés de Poe, ni siquiera el primero. Antes incluso de su publicación en 1854 del cuento «Révélation magnétique», se editaron traducciones o adaptaciones a cargo de Gustave Brunet, Émile Forgues (los protagonistas del juicio por plagio citado por Englekirk), Amédée Pichot (redactor jefe de la Revue Britannique, que tradujo con los pseudónimos A. B. y Alphonse Borghers) o Isabelle Meunier (esposa del fourierista Victor Meunier); y, a ellos se sumaron, en los años siguientes, William L. Hugues y Paul Roger, entre otros.(5)

Por otra parte, la segunda afirmación sobre la que Ferguson basó su conjetura es la de lo ajustado (salvo por los detalles naturalizadores) de la traducción con respecto al original, hasta el punto de seguirlo palabra por palabra. Parece una afirmación fácil de comprobar. La primera frase del original es la siguiente:(6)

"¡You hard-headed, dunder-headed, obstinate, rusty, crusty, musty, fusty, old savage!" said I, in fancy, one afternoon, to my grand uncle Rumgudgeon–shaking my fist at him in imagination.

Dada la mención expresa a la literalidad de la traducción, cabría esperar algo parecido a esto:

—¡Terco, tonto, testarudo, cascarrabias, malas pulgas, vejestorio, maloliente, viejo cafre! —dije, fantaseando una tarde, a mi tío abuelo Rumgudgeon y amenazándolo mentalmente con el puño.

Sin embargo, la traducción publicada por El Museo Universal (7) empieza así:

¡Oh! ¡corazon de tigre, testarudo, salvaje! dije para mi caletre una tarde á mi tio Raimundo, amenazándole con el puño en mi imaginación.

Si bien la segunda parte de la frase se ajusta al grado de literalidad esperado, no puede decirse que la primera esté a la altura de las expectativas. En realidad, se parece más a la siguiente:

«Oh! cœur de tigre, tête de buse, entêté, encroûté, vieux sauvage!» dis-je, en idée, une après-midi, à mon grand-oncle Rumgudgeon, le menaçant du poing en imagination.

Se trata de la primera frase de la traducción de Léon de Wailly (1804-1863), un importante traductor de literatura inglesa en los años centrales del siglo XIX.(8) La traducción se publicó en L'Ami de la maison el 10 de abril de 1856.(9) Un mes antes, el 6 de marzo, De Wailly había publicado en ese mismo semanario una traducción de «The Oval Portrait».(10) L'Ami de la maison sólo tuvo un año de vida y era propiedad de Édouard Charton, editor de varias publicaciones (entre ellas, L'Illustration, donde De Wailly publicó ese año mismo tres traducciones más de Poe).(11)

Queda explicada —y disuelta— de este modo la anomalía de una primera aparición de Poe vertido al castellano directamente del inglés, contraviniendo el patrón general de la introducción del escritor estadounidense en el ámbito hispánico y la dinámica general de las traducciones durante el siglo XIX, que casi siempre llegaron a la Península Ibérica a través del francés. La cita inicial de este artículo, pues, sólo debe matizarse eliminando la referencia a la posibilidad de una traducción directa.

Ahora bien, esta información podría complementarse con una segunda matización. Si bien la primera traducción de Poe en España fue «La semana de los tres domingos» publicada por El Museo Universal, existe al menos otra traducción anterior al castellano, publicada en París. Este hecho fue destacado por Ernest Herman Hespelt en 1934, con ocasión de la aparición de la obra de John Englekirk,(12) pero no ha sido recogido por la historiografía. Se trata de una versión del cuento «A Tale of the Ragged Mountains», que apareció en El Correo de Ultramar, en su primer número (3-9 enero) de 1853.(13) Ese periódico fue fundado en París por Xavier de Lassalle y se publicó entre 1842 y 1886. Dirigido al público latinoamericano como puente de unión entre Francia, España y América Latina y vehículo de las novedades europeas, contenía artículos extraídos de la prensa del momento y colaboraciones de autores españoles y americanos.(14)

En cuanto a la traducción, el título mismo revela su genealogía: «Una aventura en las montañas Rocheuses». Se cumple en ella, pues, la doble pauta que sigue la introducción de los cuentos de Poe en el ámbito hispánico: la general, de la intermediación francesa; y, la particular, de la intermediación baudelairiana. Esta traducción de una traducción sólo es en parte anónima, puesto que aparece firmada del siguiente modo: «Traducción d'Edgard Poe, por Carlos Baudelaire», un traductor sin duda mucho más insigne que el innominado autor de la retraducción al castellano.

Quizá una mayor investigación lograría elucidar su identidad. En cualquier caso, el episodio puede servir para poner de manifiesto la velocidad con que se propagaban las novedades literarias en los diferentes sistemas literarios por medio de la red formada por unos medios de comunicación decimonónicos que ya eran globales. Baudelaire había publicado su traducción («Une aventure dans les Montagnes Rocheuses») apenas unas semanas antes, el 11 de diciembre de 1852, en el ya mencionado semanario parisino L'Illustration,(15) que es la fuente del castellano. Volvió a publicarla en Le Pays, el 25 y el 26 de julio de 1854, en su primera colaboración con ese periódico, con el título «Les Souvenirs de M. Auguste Bedloe. Une aventure dans les Montagnes Rugueuses», y la incluiría en 1856 en su recopilación Histoires extraordinaires con el título «Souvenirs de M. Auguste Bedloe». La traducción publicada en El Correo de Ultramar pudo leerse en España y América Latina; por ello, el episodio también puede servirnos como recordatorio de la necesidad, al estudiar la introducción y transmisión de nuevas voces en el ámbito hispánico, de tenerlo en cuenta en toda su diversidad.

 

AGRADECIMIENTOS

Deseo agradecer a Maialen Marín y Daniel Aguirre la ayuda prestada en la obtención de materiales procedentes de la Biblioteca Nacional de Francia y la Universidad Harvard, respectivamente.

 

APÉNDICE

Traducción: «Una aventura en las montañas Rocheuses», traducción castellana anónima aparecida en El Correo de Ultramar en enero de 1853 y realizada a partir de una versión francesa de Charles Baudelaire.

 

NOTAS

(1) John E. Englekirk, Edgar Allan Poe in hispanic literature, Nueva York, Instituto de las Españas en los Estados Unidos, 1934, p. 15.
(2) John Langley Ferguson, American Literature in Spain, Nueva York, Columbia University Press, 1916, pp. 55-56.
(3) Jules Verne, «Edgard Poë et ses œuvres», Le Musée des familles, abril 1864, pp. 193-208, disponible en http://jv.gilead.org.il/almasty/aepoe.
(4) Lois D. Vines, «Edgar Allan Poe: A Writer for the World», en Eric W. Carlson (ed.), A Companion to Poe Studies, Westport (CT), Greenwood Press, 1996, p. 528.
(5) Véase Claude Richard, Edgar Allan Poe: Journaliste et critique, París, Klincksieck, 1978, pp. 658-660. Algunas bibliografías dan también como traductor inaugural a un amigo de Baudelaire, Félix Tournachon, el futuro Nadar, pero cabe sospechar que se trata de una falsa atribución puesto que los datos que se ofrecen (una adaptación de «Los crímenes de la calle Morgue» aparecida en 1846 en Le Commerce) encajan perfectamente con la versión publicada en ese periódico y firmada por O. N., a quien se ha identificado con Émile Forgues.
(6) Véase el sitio de la Edgard Allan Poe Society of Baltimore, http://www.eapoe.org/WORKS/tales/sundyb.htm.
(7) El Museo Universal, 15 febrero 1857, pp. 22-23, disponible en http://hemerotecadigital.bne.es/datos1/numeros/internet/Madrid/Museo universal, El/1857/185702/18570215/18570215_00000.pdf.
(8) Tradujo, por ejemplo, El monje de Matthew G. Lewis, Tom Jones de Henry Fielding, Viaje sentimental y Tristam Shandy de Laurence Sterne, las poesías completas de Robert Burns, diversas obras de Walter Scott y Jonathan Swift, así como Henry Esmond y Barry Lyndon de William M. Thackeray.
(9) La traducción de Léon de Wailly puede consultarse en línea en http://worldlibrary.net/eBooks/Wordtheque/fr/AAADJL.TXT.
(10) Las dos versiones se atribuyen a William Little Hughes en el importante sitio web de la Edgar Allan Poe Society of Baltimore (consultado el 31 de mayo del 2009); con fecha del 6 de marzo de 1856 en el caso de «Three Sundays in a Week» y, en el caso de «The Oval Portrait», también con fecha del 6 de marzo y con un error tipográfico en el nombre del ilustrador: «Rocinet», por «Racinet».
(11) Resulta interesante destacar el papel del universo del socialismo llamado «utópico» en la difusión de Poe en Francia: las traducciones de la respetada Isabelle Meunier se publicaron en el importante diario fourierista La Démocratie pacifique; tanto L'Ami de la maison como L'Illustration eran propiedad del sansimoniano Édouard Charton
(12) Reseña de la obra de John Englekirk en Hispania, 17, 4, diciembre 1934, pp. 422-424.
(13) El Correo de Ultramar, tomo I, año 12, núm. 1, París, 1853, pp. 10-11.
(14) Véanse Catherine Sablonnière, «El Correo de Ultramar y la ciencia: entre labor educativa y propaganda política», IV Encuentro Internacional de Historiadores de la Prensa en Iberoamérica 1792-1970, San Cristóbal de las Casas, Chiapas (México), 18 abril-20 abril 2007, disponible en http://historiadoresdelaprensa.com.mx/hdp/files/272.pdf; y Annette Paatz, «The Socio-Cultural Function of Media in Nineteenth-Century Latin America», CLCWeb: Comparative Literature and Culture, 3, 2, junio 2001, disponible en http://docs.lib.purdue.edu/clcweb/vol3/iss2/4.
(15) Léon Lemonnier, Les traducteurs d'Edgar Poe en France de 1845 à 1875: Charles Baudelaire, París, Presses Universitaires de France, 1928, p. 191. Aunque Lemonnier cita en su capítulo dedicado a Léon de Wailly (pp. 68-79) tres traducciones suyas aparecidas en L'Illustration en 1856 (versiones de «The Facts in the Case of M. Valdemar», «The Oblong Box» y «The Thousand-and-Second Tale of Scheherazade»), no cita las realizadas ese mismo año para L'Ami de la maison.

 

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